UNA ORACION DE CAMIONEROS

Mientras salgo al camino abierto, te pido que estés conmigo. Oh Señor, porque no sé los tipos de peligros que depara este día. Sé mi mapa, mis ojos y mi guía diaria mientras avanzo por la larga línea amarilla que nunca termina. Debo decir Jesús, seguro que es bueno saber que estarás viajando conmigo ciudad tras ciudad, estado tras estado.

Este día recorro el camino una vez más y como siempre, pido a Tu Hijo Jesús que tome el volante. Te pido que me mantengas a salvo durante las largas horas y las distancias aún más largas que tengo que atravesar. Permítanme aplicar todas mis habilidades y conocimientos para que yo y todos los demás en el camino estemos más seguros.

Y cuando recueste mi cabeza cansada sobre la almohada para descansar, Poderoso Protector, que tu paz abrumadora me invada para que pueda despertar rejuvenecido y renovado, listo para enfrentar el camino una vez más. Pero lo más importante, querido padre, te ruego que mantengas a mi familia a salvo en casa.

Cada vez que salgo, mi corazón y mis pensamientos permanecen en casa con la familia. Todo lo que hago lo hago por ellos Oh Señor. Entonces, mientras me cuidas a mí y a mi botín, envía ángeles guardianes para mantener a mi familia segura y protegida. Que puedan dormir por las noches, sin preocupaciones, sabiendo que el Dios que alabamos es un Dios Fuerte. Y que me mantendrá guardado en la sangre de Jesucristo.

Y cuando haya realizado mi último recorrido, haya descargado mi carga final… Seguro que es bueno saber que estarás aquí a mi lado en mi último viaje. Espero tomar tu mano en ese camino más allá de las Puertas del Cielo, pavimentado con oro y maravillas inimaginables. Donde espero descansar eternamente en tu luz, porque mi viaje finalmente habrá terminado.

Amén